No haría justicia al grupo si definiera a Caracachumba como un grupo de música infantil. Son mucho más. Son espectáculo integral cargado de ingenio, humor, teatro…

Aunque me acordaba de ellos de sus primeros tiempos, al buscar vídeos para mi nena, el primero que encontré y con el que la enganché, fue con Cienpiés. Se podría decir que, a pesar de la calidad bastante flojita del archivo de vídeo (no del vídeo en sí) es la primera pieza musical instrumental que entusiasmó a mi enana. Y eso, entre otras cosas, por la original presentación coreografiada.
La aventura de este grupo argentino (diría, mejor, compañía) se inició hace ya unos casi 30 años, en 1992 en que se lanzaron a trabajar poniendo «toda la carne en el asador» (según versa una corriente expresión del país sudamericano). Y lo digo porque desde el comienzo sus propuestas conjugaron humor, teatralidad, títeres, teatro de sombras, clown, danza, recursos escénicos, vestuario, iluminación… y todo esto al servicio de y con la música.
Pero que no nos engañe la edad del grupo! Los pequeños espectadores de hoy los disfrutan tanto como los disfrutaban aquellos de los años ’90. Sus propuestas se actualizan permanentemente, con lo que son absolutamente vigentes. Prueba de eso lo tienen en este gag de uno de sus espectáculos:
En los espectáculos encontramos identificados diversos géneros pero, principalmente, el estilo que más los identifica es la música rioplatense. Como decía antes, si bien tienen brillantes temas instrumentales (como El viejo juego de la silla, Tachitos con agua que en el contexto del espectáculo adquieren aún más sentido) los arreglos vocales de Caracachumba son muy característicos. Veo en ellos una directa evolución de la tradición vocal de aquellos grupos que emergieron en Argentina hacia finales de los ’60 y principios de los ’70 que interpretaban arreglos de música folklórica (Buenos Aires 8, Grupo Vocal Argentino, Opus 4…)… Algunas de sus canciones están en esta línea como No insistan, Reclamen, Supliquen, Exclamen, No intimen…, Abrimos, Chacarera de los pájaros
El juego y la fonética son también elementos que siempre están presentes. En todas sus propuestas aparecen gags cacofónicos, trabalenguas, y palabras en lunfardo. Es por esto que quizás algunas de sus creaciones sean algo difíciles de seguir para audiencias internacionales sin un soporte visual que les permita completar o interpretar mejor lo que pasa. Una de sus invenciones más lunfardísticas es Chito Chorros. Aún así, la voluntad didáctica y pedagógica que hay detrás de cada espectáculo hace que nadie se que fuera.
También incorporan una gran diversidad de instrumentos musicales convencionales (teclados, batería, flauta, bandoneón, violín, guitarras, percusiones…) pero, los que más atraen la atención, son los no convencionales: lijas de papel, tachos de cocina, caños tubulares, ollas con agua, herramientas, juguetes de cotillón…
Caracachumba juega con el ritmo llegando a transformar y someter a operaciones «transgénero» a canciones populares infantiles como Una vez hubo un juez y el Arroz con leche reconvertido en twist.
Han estrenado 9 espectáculos y editaron 5 CD y un DVD que los han hecho merecedores de diversos premios y reconocimientos en festivales y eventos dedicados a la música infantil en Latinoamérica. Lamentablemente los primeros discos, aunque disponibles en plataformas digitales, la calidad e grabación no es muy buena si se tienen en cuenta las actuales virguerías tecnológicas a las que estamos acostumbrando a nuestros hijos Por cierto, si algo debemos dejarles claro es que la verdadera calidad musical de un intérprete se ve en los escenarios. Caracachumba, en los escenarios, es sencillamente, insuperable.
Se me lengua la traba (1996): colección de trabalenguas y canciones populares argentinas versionadas con arreglos vocales y una instrumentación muy variada.
Chumban los parches (1999): corresponde a la «banda sonora» del espectáculo homólogo en que destacan las percusiones y el uso original de las voces, dentro de estilos rioplantenses como con tangos, candombes y murgas y otros géneros del follore argentino.
Me Rio de la PLata (2002): Milongas, tangos, candombes,murgas y temas populares del cancionero rioplatense se conjugan con los ya característicos juegos de palabras y trabalenguas e Caracachumba.
Faltaba más (2005): En su cuarto CD, como en Me Río de la Plata, incluye candombes, milongas, boleros y murgas. Hay más contraste entre las canciones ofreciendo a los niños el disfrute de la audición plena. A algunos arreglos de temas tradicionales se añaden creaciones de Florencia Steinhardt y Fernando Gedacht
Revuelta de Tuerca (2009): disco homólogo del espectáculo, esta vuelta a los escenarios de Caracachumba fue aún más potente con la incorporación de una clown que, además de facilitarles las cosas en el escenario, reforzó el vínculo con el público. Los músicos ponen de lo suyo aportando sus trabalenguas, y ritmos como salsa, samba brasilero, chamamé, milonga, cumbia, tango, bolero y canción (que, claro está, es lo que sentimos en el CD).
Espero con ansias que puedan celebrar el 30 aniversario junto a su público de siempre y con los nuevos seguidores que, con toda seguridad ganarán hasta entonces.
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