
Hace unos días, Silvia, una de las seguidoras de Música para Criaturas Despiertas, hizo una interesante aportación en nuestro grupo de facebook, compartiendo un precioso trabajo de musicogramas (muzogram, mediante el canal de Youtube Muzykoterapia) realizadas para y por niños. Para quienes no estén familiarizados con este tipo de trabajo, les resumo en pocas palabras en qué consiste.
Los musicogramas, como ya seguramente se deduce de la misma palabra, son esquemas que representan los parámetros básicos del sonido. Pueden ser más o menos precisos y reflejar todos o algunos aspectos del sonido como la altura relativa (de un sonido respecto a los demás del fragmento musical), duración aproximada, timbre… Es una herramienta muy efectiva y utilizada en pedagogía musical sobre todo en nivel inicial porque permite introducir de manera paulatina e intuitiva los conceptos básicos de la lectoescritura musical. Los musicogramas pueden ser preparados y trabajar con los niños la «lectura» o al revés; proponer que los niños realicen sus esquemas a partir de lo que oyen. Si a alguien le interesa especialmente este tema podrán encontrar varios ejemplos en Youtube (aquí abajo incluyo alguno), y, para un sistema más desarrollado y saber cómo construir musicogramas, les recomiendo el canal de María José Sánchez Parra, pedagoga musical que todos hemos visto durante el confinamiento obligado por la pandemia de coronavirus, ofreciendo contenidos musicales para niños de todas las edades.
Vuelvo a la reseña que me proponía hacer. A raíz de esta aportación de Silvia, indagué un poco en las librerías buscando novedades editoriales que trabajasen con musicogramas para niños. Afortunadamente hay varias propuestas muy interesantes. Hoy les comentaré uno de estos hallazgos.
Se trata de otra publicación de la editorial Usborne, de la cual ya hemos comentado otras publicaciones, Melodías alegres para xilófono, de Sam Taplin. Es un librito a todo color destinado a niños pequeños (aunque hasta los 7 u 8 años creo que en algunos casos aún podría interesarles) publicado también en italiano y francés, en formato apaisado y encuadernado con anillas para facilitar el giro de páginas.
En una página, el título de la canción, un texto descriptivo y una ilustración protagonizada por animalitos. En la siguiente página, el musicograma correspondiente. En este caso se representan las alturas de los sonidos con circulitos de colores coincidiendo con el de la placa a percutir, distribuidos a diferentes alturas. En lugar de representar los sonidos largos y cortos (el instrumento no tiene gran capacidad de hacer sonidos largos) se juega con el ancho del espacio en blanco. Mientras más ancho, más tiempo hay que esperar para tocar la siguiente placa. Abajo, el pequeño xilófono (más exactamente, glockenspiel o metalófono, ya que las placas son de metal).
Se parte de la premisa de que las canciones seleccionadas son melodías internacionalmente conocidas, con lo que los chicos sólo tienen que interpretar los esquemas y reconocer la melodía. Lo probé con mi nena de 3 años y, aunque no pudo seguir el ritmo exacto de cada canción, sí que empezó a tocar las notas que allí se representan.
Me pareció una manera muy sencilla de estimular a los más pequeños a que, poco a poco, empiecen a desarrollar su memoria y oído musicales y, casi sin darse cuenta, incorporen las premisas básicas de la lectura.
En esta línea hay otros libritos de la misma editorial que, además, introducen notación musical tradicional. Los invito a que jueguen con sus hijos y a practicar de diseñar vuestros propios musicogramas.
Que interesante tu página web, y gracias por compartir el dato del libro y su propuesta. Mi hija de 6a ya ha empezado formalmente a tocar melodías en su metalófono y le he hecho algo parecido para escribirle partituras pero no he tomado en cuenta lo de la altura de los sonidos en la escala, las coloco en una misma línea y relleno las cabezas de las figuras musicales con el color de la placa, sí le estoy incluyendo algo de la metrica de las notas: corcheas y negras y la ligadura de negra para simular la blanca (aun no quiero profundizarle eso hasta que los domine bien). Aplausos y una reverencia en agradecimiento.
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Buenos días! Muchas gracias por compartir tu experiencia! Me alegro mucho de que te haya sido útil la publicación. Seguramente verás muy buenos resultados. Los niños en estas edades son espnjas y adquieren infinidad de conocimientos de manera directa e indirecta. Existen unos cuadernos con pentagramas grandes que son muy útiles para poder trabajar y comenzar a escribirles música y que se acostumbren a la notación. Son pequeños pasos que les allanan mucho el camino. Mucha suerte!
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